Chicago, enero de 1933. Ness y sus hombres asaltan un nighgtclub clandestino propiedad del mafioso Mikhail "Red Mike" Probich, y dirigido por Connie LaVerne. En el juicio, Probich está representado por su abogado corrupto Morton Halas, quien creció en la pobreza. El juicio se prolonga durante 5 días. Finalmente, Ness está lista para llamar a la última testigo de la acusación, Connie LaVerne, quien "representa el 80% de su caso". Morton Halas la recusa, basándose en que una esposa no puede ser obligada a declarar contra su marido.