Estaba amaneciendo, y el encargado de limpiar las canchas se dispone a realizar su trabajo, cuando escucha el llanto de un bebé. Para su sorpresa, el mismo esta en el medio de la cancha, al pie de la sombra del Corcovado, lo que parece indicar que es el hijo de Dios. El próximo partido de Oliver será el que enfrente los Brancos contra Domingo, equipo en el que juega como capitán el jugador Santana, el "cyborg" del fútbol.