Pingu está en la escuela, y la clase se da el resto del día libre. Cuando parten de casa, Pingu les pregunta si les gustaría jugar, pero todos se irán a casa. Cuando Pingu llega a casa, mamá está ocupada limpiando el piso y sugiere que a Pingu le gustaría ayudar. Pingu no está muy interesado, por lo que Madre sugiere que él podría ayudar a lavar o cortar leña. Pingu tampoco está interesado en esto, y sale en su trineo. Pasa un poste indicador y le lanza una bola de nieve para que la nieve cubra las direcciones. Pasa por la casa de Pingg; Pingg está ocupado ayudando a su padre con la leña y no puede venir con Pingu. Luego pasa el puesto de pescado, donde Pingo está ayudando a su abuelo. Pingo también está demasiado ocupado para venir con Pingu. Encuentra a Pingi ayudando a su madre a empujar un trineo cargado de verduras; Ella tampoco puede venir con él. Llega a un estanque, lo tira en una piedra y cuando no pasa nada, se acuesta para descansar. Oye un graznido y ve a la Madre Pájaro llevándose un pez a sus polluelos. Esto le hace pensar; sobre mamá limpiando el piso, sobre Pingg con la leña, Pingo en el puesto de peces y Pingi empujando el trineo. Luego ve a la Madre Pájaro volar con la espina de pescado, y vuelve a casa. En el camino pasa directamente por delante de sus amigos y hace sonar el poste indicador para que la nieve se despeje de las direcciones, todo sin detenerse. Cuando llega a casa, mamá todavía está limpiando el piso. Para su sorpresa, él la pone de pie, la acomoda en la silla con el papel y comienza a limpiar el suelo él mismo. La madre está encantada con el cambio de corazón de Pingu.