En la cumbre sobre el suicidio, Itsuki pide a Alex que hable con una chica que contempla suicidarse. Alex, meditando profundamente sobre la naturaleza del bien y el mal, acepta hablar con la chica. Por otro lado, Seizaki sospecha de la invitación de Itsuki y mantiene su pistola siempre a mano. Mientras tanto, Magase se acerca sigilosamente a los dos hombres mientras el mundo observa.