Gracias a su poder, Max consigue un lugar para Caden en un hospital militar. Mientras Max se dirige a Méjico en un viaje tanto personal como de negocios, deja a Kathryn a cargo del trabajo duro con el hospital y el Coronel Reese, el administrador de éste, quien cree que la presencia de Caden allí socava el espíritu del hospital y el propio ejército, y con Caden, que no está lidiando bien emocionalmente con lo que le sucedió y con lo que cree que se ve su futuro. Al regreso de Max, algo que trama junto a Lauren, puede deshacer todo el trabajo positivo en la recuperación de Caden.