La llamada de un funcionario del consulado en Tánger pone rápidamente en alerta a toda la familia. Han encontrado un coche completamente calcinado que estaba alquilado a nombre de Toni. Superado el shock inicial, a Antonio y a Mercedes no les queda otra que sacar las fuerzas necesarias para viajar de urgencia a Tánger para identificar el cadáver de su hijo.