El entrenador Rivas ha dejado claro que Zoe es el eslabón débil del equipo, y Devin decide ayudarla a ser mejor portera. Mirabelle, por su parte, recluta a una nueva portera que conoció en la sala de castigo, y que es mucho mejor que Zoe. La situación se vuelve critica cuando, en una pijamada obligada, Devin es forzada a ser una líder de verdad y tomar la mejor decisión para Zoe y el equipo