Devin intenta entrar al equipo de un club de alto nivel y se entusiasma por los comentarios positivos de la entrenadora. Sus padres no la dejarán jugar para ambos equipos, así que Devin deja a las Kicks para quedarse en el equipo del mejor club. Cuando no logra clasificar para el club, Devin debe volver a congraciarse con las Kicks, después de haber herido sus sentimientos.