Odo es trasladado a la enfermería cuando inesperadamente pierde su forma física. Tras un detallado examen, el doctor Bashir determina que está perdiendo su capacidad para mantenerse en estado sólido, pero desconoce el motivo. Hasta que logren encontrar una solución, Bashir ordena a Odo a permanecer bajo observación, lo que no es del agrado del metamorfo.