En 2003, los psicólogos de la Universidad de Hertfordshire, incluido Richard Wiseman, reunieron a la gente en la sala de conciertos de Londres. Les hicieron escuchar música contemporánea y, mientras tanto, también tocaron un ruido de frecuencia extremadamente baja con una pipa de siete metros de largo. Como resultado, el veintidós por ciento de la audiencia informó que experimentó una sensación extraña. Wiseman sugirió que los fantasmas son alucinaciones causadas por ruidos de baja frecuencia. ¿Puede esta teoría ser cierta?