Esta vez Kintaro trabaja para el comité electoral de Yuso Katsuda, en Kogane. Éste ha estado ya dos veces en el cargo, permitiendo y fomentando la mafia (los yakuza), y la corrupción, lo cual desagrada a Kintaro, a pesar de lo cual sigue trabajando para él. Pronto se cruza con Naoko, la hija del mencionado político, y se las apaña para, además de en la campaña política, pasar a trabajar en la mansión Katsuda, con el fin de poder ver más a Naoko. Sin embargo, ella no es la chica guapa e inocente que parece, y empieza a tentar a Kintaro, poniéndole en situaciones muy comprometidas, para poder acusarlo ante su padre de que haya hecho algo poco decoroso.