El curso de montaña agudiza su dificultad y los nervios pueden jugar malas pasadas a algún alumno. Dejamos las montañas y nos trasladamos bajo tierra para seguir la formación en espeleo socorro. El mundo subterráneo pondrá a prueba su capacidad de adaptación a este entorno hostil y desconocido, donde el compañerismo es la clave del éxito.