Kiyosumi Shirakawa recuerda la primera noche que tomó los servicios de masaje de Nazuna. De vuelta al presente, Yamori emprende su masaje. Después de conocer su edad, Kiyosumi le pregunta sus motivaciones y él explica que se cansó de la escuela y que solo quiere disfrutar de sus noches. Kiyosumi de repente se da cuenta de lo infeliz que es en su trabajo y rompe a llorar.