Tras haber ingresado en un hospital por sobredosis, Pedro le da otra oportunidad a la rehabilitación, lejos de Río de Janeiro. En 1999, a los dieciocho años, sale del reformatorio. La relación con su padre empeora. En 1970, un joven Víctor fortalece sus lazos con Ribeiro y descubre la compleja operación que hay detrás de la entrega de drogas en la favela.