Julia acude a Caronte para pedirle que defienda a Miguel, un profesor y compañero del colegio acusado del asesinato de una de sus alumnas, Alicia, con la que mantenía una relación amorosa. Caronte decide aceptar a pesar de que Guillermo era amigo de Alicia y de que el joven está convencido de la culpabilidad de Miguel, algo que le enfrenta a su madre Julia.