Los bosques tropicales aglutinan la mayor variedad de plantas del planeta. El resultado es un entorno de extraordinaria belleza pero también de una intensa competencia: los trópicos son auténticos campos de batalla de las plantas. La mayoría de las plantas tratan de vivir en las alturas. Las ramas superiores de los árboles gigantes sostienen un mágico jardín que mira al cielo, donde una variedad casi infinita de flores compiten por la atención de colibríes e insectos. Las plantas necesitan luz, pero el suelo del bosque es oscuro. Cuando cae un árbol viejo, la luz del sol penetra en la vegetación, disparando el pistoletazo de salida de una carrera por las alturas. Las plántulas luchan con brotes, ganchos de agarre y hojas gigantes que condenan a otros a la sombra. En este episodio, Sir David Attenborough viaja hasta Costa Rica para ver el árbol balsa, que crece varios metros al año, sacrificando la fuerza por la madera frágil y de rápido crecimiento. En Borneo visita el monte Kinabalu.