Tras descubrir su propia voz, Daisy se adentra en el ambiente musical de Los Ángeles aconsejada por su amiga, Simone, y por el productor Teddy Price. Ya en Los Ángeles, y con Karen Sirko al teclado, los Dunne Brothers deben superar sus propios retos para alcanzar la fama. Tras un alentador encuentro con Teddy, la banda tendrá que lidiar con los demonios de Billy, que podrían frenar su carrera.