Una mujer armada entra en el departamento de documentación criminal y toma a todos como rehenes. Ha sido acusada de matar a su padrino de Alcohólicos Anónimos y quiere demostrar su inocencia. Está desesperada, sin nadie a quien recurrir. Jugando con el tiempo, Astrid y Raphaëlle intentan reconstruir el rompecabezas para saber exactamente lo que ha pasado.