Durante una escaramuza con los tracios, Manio es inmovilizado por un gigante que tiene un solo brazo. ¡Pero qué brazo! Resuelto el lance, que resulta más aparatoso de lo esperado, Manio descubre que el gigante luce un anillo con el sello de los Sempronio. Y es que el padre de Manio, El Magnífico, se ganó el apodo durante la campaña contra los Tracios. Y es sabido que allí perdió un valioso tesoro que portaba con él. Si Manio sigue la pista del anillo y recupera el tesoro, conseguirá el perdón de su familia.