Mientras el equipo se reúne para llorar la pérdida de un ser querido, Max y Helen se dan cuenta de hasta qué punto ha cambiado el hospital desde que se fueron. Bloom se enfrenta a una gran decisión, mientras que Reynolds decide llevar su preocupación por sus pacientes a un nuevo nivel. El Dr. Fuentes vuelve a recordar al equipo del New Amsterdam quién tiene el control.