Mientras exploran una instalación, las niñas descubren un acuario que contiene un solo pez custodiado por un cuidador robótico. Explicando que la instalación fue utilizada una vez para la agricultura, el robot permite a las chicas nadar en uno de los tanques de acuario vacíos, ocasión en que Chito casi se ahoga. Más tarde esa noche, el robot de construcción grande que también habita las instalaciones comienza a desmantelarlo, supuestamente debido a un error en su programación. Temiendo por la vida de los peces, las chicas lo salvan al destruir el robot de construcción usando explosivos, dejando a Chito reflexionar sobre lo que significa que algo tenga vida.