Wozniak le declara la guerra a Stahl tras enterarse de que su objetivo es Julia Ayers, amiga íntima de Wozniak, que se presenta a la alcaldía. Mientras tanto, Harlee se sumerge en una investigación que da un giro inesperado sobre su propio pasado y finalmente la pone en el punto de mira de Wozniak y el FBI. En la comisaría, una presencia nueva e inoportuna amenaza con descubrir los secretos mejor guardados del equipo.