Anna intenta convencer a la doctora Romero, la psicóloga del penal y simpatizante de la Resistencia, de que su atrevido plan de huida es factible. Consciente de que para huir de La Torre tiene que entrar en la depuradora para acceder así a los antiguos conductos de ventilación de la cárcel, Anna Serra comienza a diseñar el plan de fuga con el que espera liberar a su marido, Daniel. Para evitar los controles y las cámaras de seguridad que siguen de cerca sus movimientos, cambia los turnos de trabajo. Integrada por completo en el equipo de funcionarios del centro penitenciario de máxima seguridad, la joven logra ganarse la confianza de Reverte. Sin embargo, sus extrañas e intempestivas salidas de madrugada suscitan las suspicacias de Marla, su compañera de habitación. Entretanto, Anna aborda un complejo cometido: convencer a la doctora Romero, la psicóloga del penal y simpatizante de la Resistencia, de que su atrevido plan de huida es factible.