Una vez tomadas las riendas del poder, Genny anuncia al clan su nueva política y todos coroneles se muestran entusiasmados con que él esté ahora al mando. Genny se ha convertido en un verdadero jefe y ya nada tiene que ver con el chico viciado e impulsivo de hace un tiempo. Mientras, Ciro, cada vez más frustrado e impaciente, toma bajo su tutela a Daniele, un joven de 16 años al que da un arma y le confía algunos encargos que no cree que sean demasiado arriesgados. Ciro le presenta dichos encargos como un salto en su carrera dentro del clan.