Will organiza una noche de chicos pero Andy lo deja plantado, después de que Will se negara a ser el padrino de Jonah. En un intento por salvar el día, Will invita a Marcus a los bolos, Andy va en busca de su mejor amigo pero en su lugar termina compartiendo sobre las alegrías de la crianza de los hijos con Fiona. Finalmente, Andy le reclama a Will por no ser un buen amigo y éste intenta remediar esto ofreciéndose a cuidar a los niños mientras Andy y Laurie tienen un poco de tiempo para ellos.