Cuando Hugh Womple, el padre de Marcus, toma un descanso de su investigación en la Antártida para hacer una visita sorpresa, el niño se pone eufórico. Mientras tanto, Fiona intenta disimular la tormentosa atracción que siente por Hugh pero logra darse cuenta que éste no está interesado en las cosas que le gustan a Marcus y se sumerge en su trabajo en vez de pasar tiempo con su hijo. Will intenta hacer todo lo posible para alentar la necesaria unión entre padre e hijo. Finalmente, Hugh vuelve al trabajo cuando uno de los pingüinos que investiga desaparece y deja a Fiona la difícil tarea de decírselo a su hijo.