Las acciones se desarrollan en un parque, en donde el Peterete se asombra de ver al Chómpiras con un carrito de paletas, este último le justifica la profesión, asegurando el gran problema que corren los rateros, ya que con sus propias palabras, dice que en las calles hay mucho policía y mucha luz, por lo que considera que honradamente bajo esas condiciones no se puede robar.