Cuando Ares sugiere que algún día tendrá un sucesor, la mujer guerrera que está durmiendo con, Mavican, sugiere que debería ser ella. Esto da Ares la idea de enviar ella junto con Xena y Gabrielle través de un vórtice a una dimensión alternativa a la batalla. En primer lugar Xena no entiende por qué ella podía ver las batallas entre Gaby y Mavican mientras no puedan participar ella misma. Resulta que ella y Gabrielle comparten un solo cuerpo en este lugar, uno en el día y la otra en la noche. Mavican captura Gabrielle y decide en lugar de matarla, ella debe mantenerla viva como cebo vivo, por lo que toca a Gabrielle. Cuando Gaby despierta en una jaula de bambú, el sol sale y Xena toma su turno en la jaula. Cuando Ares menciona que él nunca se había dado cuenta de que sería un buen sucesor, Xena finalmente se da cuenta que es Gabrielle y no Mavican que él está hablando. Con Xena prohibido matar Mavican, ella simplemente hace que Mavican a admitir que las necesidades de ayuda para derrotar a Xena, que a Ares vista descalifica como sucesor. Así que Xena y Gabrielle se devuelven al mundo natural, mientras que Mavican está condenado a la eternidad en la dimensión impar.