DuBruis, un corrupto especulador financiero de una nación africana, es el nuevo blanco de la Fuerza de Misiones Imposibles. Phelps y su equipo logran llamar la atención de DuBruis con dinero falsificado, prácticamente igual a la moneda de su nación. El elaborado plan exige que Cinnamon tiente a DuBruis con supuesta información privilegiada sobre una compañía minera, mientras que Phelps y Rollin se hacen pasar por criminales que han desarrollado un sistema de falsificación computarizada.