Bien entrada la segunda sesión, Akagi causa una gran molestia a Iwao y tiene la oportunidad de transfundir la sangre perdida, pero una vez más se niega, solo para concentrarse en tomar el dinero de Iwao. No obstante, Akagi toma impulso y comienza a dominar esta sesión, pero cuando se trata de la ronda final, hay un solo mosaico que resulta ser un gran obstáculo.