El doctor confirma a Eduardo y a Isabel que el tumor que le descubrieron en el pecho es maligno y la única solución que tienen es la de amputarle la mama. A Isabel, una vez pasados los primeros momentos del terror, le empieza a preocupar lo que este hecho puede llegar a cambiar sus relaciones íntimas con Eduardo. Álex, aunque reconoce que el misterioso cantante enmascarado canta muy bien, no está dispuesto a seguirle el rollo y quiere saber quién es. Maria Luisa, también de forma misteriosa, dice que quiere dejar el trabajo y marcharse de la casa.