Elena se obsesiona con marcharse lejos para no tener que ver a Nico. Su crisis llega a tal extremo que Charo teme que esté perdiendo la razón. Entre ellas, Alberto e Íñigo, la convencen de que vea a una psicóloga, Victoria. Ésta se gana la confianza de Elena, pero vuelve a perderla cuando le dice que Nico es una excusa, y su rechazo al contacto físico lo provoca algo más profundo. Elena se niega a contarle su historia con la monitora. Félix tiene secretos planes de futuro. Quique, medio en broma, pide en matrimonio a Raquel. Manu recibe misteriosas llamadas. Íñigo recibe una citación para acudir de testigo a un juicio. María Luisa cuenta a David que, por fin, se ha alquilado la casa, y él tiene que marcharse. Esa noche, unos okupas entran en la casa de Ricardo, dispuestos a instalarse.
