Un amigo de la familia que vive en París, Leland Barton, llega a Seattle para visitar a los Crane. Martin recuerda a Leland como un joven que trabaja de asistente para su mujer y que va detrás de ella como un perrito. Leland congenia enseguida con Frasier y con Niles y descubren que tienen muchas cosas en común: tiene las mismas neuras que Niles y el mismo gusto para el arte, la música y la comida que Frasier. Roz está fascinada por la situación y comenta que quizá Leland sea el padre biológico de Frasier y Niles.