El juez Nicastro, la némesis de Kate, la asigna para mediar en un caso entre un entrenador de fútbol de la escuela secundaria y los padres enojados que afirman que sus métodos de la vieja escuela rayan en el abuso. Cuando la evidencia grabada en video no tiene sentido para ella, Kate descubre la verdadera razón de las controvertidas acciones del entrenador.