Ante la insistencia de Lucy, Ricky presiona a su jefe para que le dé un aumento, pero solo consigue ser despedido. Decidida a hacer las cosas bien, Lucy, con la ayuda de los Mertzs, decide reservar todas las mesas en el Tropicana para hacer que Ricky parezca popular, y, con la ayuda de un amigo del vodevil de Fred y su gabinete de cambio rápido, Lucy, Ethel y el mismo Fred se disfrazan de asistentes al club… que se enojan y se van cuando oyen que Ricky ha sido despedido.