Este director, tan influyente durante décadas, quizá haya quedado un poco olvidado hoy en día. No es de extrañar. Su carácter explosivo, irascible y violento hizo que no se ganase muchos amigos. Sus modos tan tiranos de tratar a su reparto le valieron apodos como “Otto el ogro” y “Otto el terrible”. Atormentó a niños, traumatizó a adultos y su actitud dominante causó que más de una persona sufriera profundas crisis nerviosas por sus métodos tan crueles de dirigir. Adéntrate conmigo en el lado oscuro de esta figura del cine cuyos actos no han hecho sino empañar su leyenda.