Cuando Mr. Bean roba una rebanada de pastel de chocolate de la Sra. Wicket, se ve obligado a esconderse dentro de su ático donde encuentra artículos de su infancia. Sintiéndose culpable por arruinar la boda de la Sra. Wicket montando su juguete Mini por la carretera cuando era más joven, trata de devolver la rebanada de pastel para compensarlo, pero termina siendo atrapado por ella.