La situación para Rigo y su familia se vuelve cada vez más complicada, el coronel Rendón sigue insensible a sus súplicas. Una persona influyente del ciclismo interviene y salva a Rigo de la milicia. Rigo y su familia visitan a los Durango para agradecer, pensando que ellos intervinieron para sacarlo. En el velódromo de La Liga entrena Edward Bocanegra, el más fuerte competidor para Rigo.