Un hombre inocente, condenado a la silla eléctrica, logra sobrevivir a la descarga. Enfurecido, compra una silla eléctrica que perteneció a Lewis Vendredi, y la instala en un orfanato, camuflada como silla de dentista. Allí se dedica a matar personas, aduciendo luego que se han escapado.