Los chicos comienzan a recibir algunas notas de los exámenes y, lógicamente, no todo son alegrías, aunque el esfuerzo y las ganas de superación se ven muchas veces recompensados. Por otro lado, a algunos se les van a presentar oportunidades difíciles de rechazar, teniendo que tomar difíciles decisiones: o tirar por lo seguro y más fácil, o luchar por los verdaderos sueños.