Gorka y Fer, decididos a sacarse un dinero extra, acuden a un centro de fertilidad para donar su semen. La pluma del uno y la baja estatura del otro pueden ser desventajas a la hora de ser aceptados como donantes, así que deciden intentar remediar a su manera este inconveniente. Paula, mientras, trata de que sólo Yoli sepa que está embarazada, y en ningún caso piensa decir quién es el padre.