Conan construye una balsa y deja su isla natal para ir a Indastria y encontrar a Lana para liberarla; sin embargo, no se da cuenta de las enormes distancias entre las distintas tierras y justo cuando está al final de sus fuerzas, aterriza en una isla donde finalmente puede beber agua fresca. Aquí conoce a Jimsey, un chico extraño que rápidamente se convierte en su gran amigo y promete ayudarlo en su búsqueda.