Vic Mackey ya no es el policía de antes: el equipo de asalto se ha disuelto y ahora pertenece a una unidad de vigilancia que lo mantiene fuera de la calle. Con el capitán Aceveda en su nuevo puesto en el ayuntamiento, la capitán Monica Rawling se prepara para asumir el control y aplicar sus controvertidas políticas de lucha contra las pandillas.