El comisario Rentero decide detener a Elena, pero cuando descubre que tienen a Chesca y que Lucas, el hijo de la inspectora, está vivo y en la red, le suelta. Buendía y Zárate localizan en la finca una fosa común con cadáveres sin pulgares; algunos llevan décadas muertos. Chesca intenta minar a Lucas recordando a su madre, pero entra Dimas y, sin mediar palabra, le arranca el pulgar. Mariajo explica a Orduño que alguien les está delatando y, por la zona de la llamada, puede ser alguien cercano a él o a Zárate. Trata de localizar a Zárate, pero se ha ido a por droga y acaba en manos de El Capi que le da lo que busca y un móvil para tenerlo controlado.