Marco, gracias a la confianza que Aurelio le demuestra, acepta la invitación de su amigo policía y se convierte en el primer infiltrado civil de la historia. Las miles de mentiras y los muchos movimientos que se ve obligado a hacer, crean una tensión creciente con su esposa, su padre y su familia. Además, la actitud de Aurelio, que lo trata casi como a un hermano, hace sospechar al inspector Vexina