Paul Julian, un reparador de radios y amigo de la mayoría del equipo SWAT, perdió a su esposa a manos de un brutal asesino y se ha vuelto loco obsesionado con su muerte. Mantiene un escáner policial sintonizado en SWAT y aparece en sus vigilancias. Siempre que salen los malos, para rendirse o no, les dispara.