Silvia y Andrea son madre e hija y se dedican a la ufología desde los años noventa. Juntas dirigen un grupo de investigación del fenómeno ovni con base en el Museo Ovni, en Victoria, Entre Ríos. Habitualmente montan guardia persiguiendo luces sobre el río Paraná, una zona donde, aseguran, la presencia extraterrestre es permanente, y organizan caminatas y campamentos astronómicos.