1972, Olancho, Honduras. Las organizaciones campesinas luchan por una reforma agraria integral basado en el modelo de las ligas campesinas en Brasil. Los terratenientes apoyados por la fuerza militar de Honduras, se oponen a todo proceso de reforma, amenazando y reprimiendo a los campesinos. Al no llegar a ningún acuerdo, entre 1972 y 1975 ocurren las Masacres de La Talanquera, Santa Clara y Los Horcones, hechos que quedaron en completa impunidad. Cincuenta años después, en Honduras, la tierra sigue siendo el problema fundamental del campesinado.