Un director de cine se propone rodar una película de terror en ua mansión victoriana en la que se cometieron siete asesinatos. El conserje les advierte del peligro que corren si pertenecen allí, pero el director quiere dotar a su película del mayor realismo posible.Para ello, rueda las sesiones de espiritismo en el cementerio cercano. Pero la maldición que pesa sobre la casa no conoce la diferencia entre la ficción y la realidad. Lo que en un principio tenía que ser un rodaje sin más, se convertirá en una auténtica pesadilla para el equipo y los propios actores.