Fuad Ramses y su familia se mudan de Estados Unidos a Francia. Allí llevan un restaurante, pero Fuad también trabaja en un museo de la cultura egipcia. En esas noches solitarias, Fuad se siente atraído por la escultura de la diosa ISHTAR. Poco a poco va siendo absorbido por ella, hasta que el asesinato y el canibalismo empiezan a formar parte de su vida.